DELIRIO
Yacente cada noche, casi inerte,
me aferro a ti en un sueño enamorado,
en un sueño real, y tan amado
que apacigua la pena de no verte.
Y pienso que este amor, por no vivido,
jamás podrá morir ni hacernos daño,
que la vida, el dolor y el desengaño
no pasarán la cuenta, ni el olvido.
Más lírica es la idea, y más hermosa,
si yo también me sé parte de un sueño
que puedas ver como algo cotidiano.
Deseo y realidad, la misma cosa.
No puedo así poner mayor empeño
que cada vez soñarte más cercano.
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