jueves, 4 de marzo de 2010

Antonio M. Rando Arenas





POEMA DESESPERADO




Combatí contra fuerzas naturales
y al perder la esperanza en la contienda
le rogué a Jesucristo por su vida
y mis oraciones fueron banales.

En el lecho yaciente y abatida,
expiró con dolor todos sus males
y quiera Dios que seamos inmortales
en el reino que ofrece tras la vida.

¿De que valdría tanto sufrimiento?
Tanto empeño en amar y ser amado
si al final todo queda en un lamento.

De tu cielo yo me creo desterrado,
vago por un mustio y árido desierto
y del clero me siento defraudado.

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