POEMA DESESPERADO
Combatí contra fuerzas naturales
y al perder la esperanza en la contienda
le rogué a Jesucristo por su vida
y mis oraciones fueron banales.
En el lecho yaciente y abatida,
expiró con dolor todos sus males
y quiera Dios que seamos inmortales
en el reino que ofrece tras la vida.
¿De que valdría tanto sufrimiento?
Tanto empeño en amar y ser amado
si al final todo queda en un lamento.
De tu cielo yo me creo desterrado,
vago por un mustio y árido desierto
y del clero me siento defraudado.
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