Mª Consolación Mateos Román

AMADO


Oh, me place Amado mío
me place poder besar vuestros dulces labios,
tocar, quisiera de vos, los hermosos cabellos rubios
Cual soplando al viento vuelan.

Mirar, mirar a vos quisiera
para poder extasiarme
en los inmensos ojos
que profundos me enamoran
que me hacen soñar
y llegar a vuestra interior.

Oh, Amado, rogar en suplicas plegarias
de inmóvil y arrogante agrado,
peder veros, poder besaros, amado en flor,
en dulces melodías de plegarias en Dios.

Oh, amada mío, vuestra arder naciente
queriendo sentir el besar vuestra labios,
desplegando sublimes cantos
que emergen de vuestra angelical voz.

Oh, querido, cariño, amor,
postrar mis pies descalzos y desatados,
sin rasguño, a vuestra Merced,
blanquecinos y mojados par sus orillas del mar,
poder refrescar, de estos bosques,
el arder que emergen de ellos,
por le lejanía de vuestra ausencia.

Amor, mi Amar, plácido, intacto, tierno, dulce,
mi ruiseñor, vos me hacéis fundirme en otra esfera;
donde sola en vos me place estar,
y juntos, allá en ese cielo de infinita Bondad,
vivir sin fin, contigo,
si, sin fin en el sublime Amar del Paraíso